Primero, mi compañera y yo hicimos un guión de nuestro cuento, aunque al final lo modificamos bastante para que las imágenes nos encajaran mejor. Nos costó bastante encontrar las imágenes adecuadas. Y nos dimos cuenta que el dicho de "una imagen vale más que mil palabras" no tiene una proporción correcta, ya que, para mostrar una simple acción consideramos que era muy necesario usar varias señales. Al final, acabamos usando, además de señales, algunos signos y símbolos para que las imágenes fueran de la mano del significado que queríamos transmitir.
También, a partir de esta actividad, pudimos comprobar que aunque quizá la persona que viera nuestro cuento no llegara a descubrir todo lo que queríamos expresar si que llegábamos a comunicarle una parte del significado, que era lo más importante.
Todo ello, me hizo reflexionar sobre que este tipo de cuentos es ideal para los niños, ya que, es una manera de que adquieran e interioricen la parte más importante que se quiere transmitir con ese cuento, pero al no tener un relato escrito, los niños pueden desarrollar su imaginación y creatividad.
Este tipo de cuentos son ideales para evitar que los niños se habitúen a tener una solución siempre, unas pautas fijas que seguir, un orden marcado, lo cual produce que al paso de los años necesiten la aprobación de otra persona cuando realicen una actividad o que tengan miedo de realizar una actividad que no esté muy dirigida.
A continuación os adjunto el cuento que creamos mi compañera y yo. ¡Espero que os guste!
A continuación os adjunto el cuento que creamos mi compañera y yo. ¡Espero que os guste!
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