Yo; nativa digital

Tras la anterior entrada he pensado, ¿yo qué soy nativa digital o inmigrante digital? Soy joven si, pero si miro ahora a mi primo de tres añitos me asombro, porque sabe poner vídeos en mi móvil, ver imágenes y vídeos sin necesidad de pedirme a mi que se los enseñe, sabe poner sus películas en el DVD, encender la televisión y cambiar de canal para ver sus dibujitos, dibujar con el paint... Es fascinante el dominio que tiene un niño de tres años con las nuevas tecnologías. Yo a su edad tenía que pedir a mi madre que me pusiera la televisión, no me dejaban coger el móvil porque decían que lo podía romper y mi primer ordenador fue en sexto de primaria. No obstante, si que es cierto que he crecido al compás de la evolución de las nuevas tecnologías.

Manejar un nuevo programa no requiere mucho trabajo para mi, reconozco fácilmente el formato, toco, pruebo, si me equivoco busco desesperadamente la tecla deshacer, porque se que esa flechita tiene que estar por algún sitio, y poco a poco voy aprendiendo sola a utilizarlo. Por ejemplo, nunca antes había hecho un blog y, al principio, me pasé horas y horas delante del ordenador probando aplicaciones, cambiando diseños y probando todo lo que podía hacer con él, y una semana después me siento como pez en el agua, aunque soy consciente que deben de haber opciones que aún desconozco. Por lo tanto, tengo facilidad para adaptarme a las nuevas tecnologías.

Por el contrario, mis padres se esfuerzan muchísimo por aprender pero les cuesta, les cuesta muchísimo.
Les explico reiteradamente cómo bajar música, cómo usar facebook, y siguen sin saber. Realmente tienen una mayor dificultad. Por eso, hay que tener mucha paciencia y ayudarles para que se adapten.  Pero, eso me hace ver que, aunque de pequeña no tuviera la facilidad que tiene mi primo, ahora no tengo en absoluto la dificultad que muestran mis padres. De hecho, ellos me dicen que no les llama para nada la atención las nuevas tecnologías y yo no hay un solo día que no las utilice.  Por ejemplo, cuando me aburro reinicio varias veces seguidas el inicio de facebook para ver si hay alguna novedad, y desbloqueo muchas veces el móvil para ver si alguien me ha hablado por whatsapp aunque el móvil no haya vibrado. No me puedo imaginar tener que hacer todos los trabajos a mano porque no existiera el word y no me imagino tener que buscar tanta información en los libros cuando ahora en menos de un pestañeo google me da la solución. La mayor dificultad que hay ahora para encontrar información es saber qué enlace escoger.

Por ello, llego a dos conclusiones. La primera es que necesito las nuevas tecnologías en mi vida porque forman parte de ella. Y, la segunda, es que si yo ahora tengo tanta facilidad no me imagino de lo que serán capaz  dentro de unos años las personas que si han nacido de lleno en la era de las tecnologías. 

El tiempo nos lo dirá